Y finalmente llega el tan esperado Día de Reyes, un día que a medida que nos hacemos mayores pensamos que "es cosa de niños", pero yo pienso que esto es un poco un error...
Cuando somos pequeños tenemos una gran ilusión porque vivimos la mañana de Reyes con mucha inocencia y el factor sorpresa juega un gran papel. Es verdad que la inocencia se pierde con los años, pero esto no significa que tengamos que olvidarnos de lo más importante, del factor sorpresa.
Los Reyes traen todos los regalos pensando en la persona a la que va dirigida, por lo que el interés y entusiasmo con el que los hacen es siempre el mismo, independientemente de la edad. Se podría incluso decir que cuando somos mayores se pone incluso más esfuerzo detrás de cada regalo. Se piensa más en la persona a la que va dirigida, en sus gustos, en lo que les puede hacer más felices... todo porque sabemos que quien lo va a recibir ya es más consciente de la ilusión y "sentimiento" con la que se ha elegido. De pequeños nos sirve una Barbie, un Scalextric, o una Wii porque es lo que vemos en la tele, pero de mayores no.
Por eso creo que todos deberíamos de vivir la Noche y la Mañana de Reyes con la ilusión de los pequeños, y agradecer aún más el esfuerzo que hay detrás de cada regalo que nos encontramos debajo el Árbol de Navidad.
Espero que este año todos os despertéis con la ilusión de un niño y veáis los regalos como algo traído con cariño y elegido con la máxima dedicación.
¡¡Felices Reyes a todos!!
- Pilar Lillo
Imagen de The Perfect Palette
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